El Camino de la Genética no se detiene !¡! En este peregrinar ganadero visité Cerro de la Cruz ,la cuna del Polled Hereford argentino .Hacía unos 30 años que no iba a la legendaria cabaña de Sierra de la Ventana .Esas pastosas sierras son parte de la historia y de la génesis de nuestra querida variedad mocha .Se respiran aires pampas en esos cerros colonizados por la familia Ayerza .
Me trajo tantos recuerdos ,años de filas compartidas en Palermo ,el Negro Marenco y su gaucho look ,un personaje de los que hacen falta. Mi tío Pino Pérez Bustos fue un gran amigo suyo ,mil anécdotas juntos .Siempre el reconocimiento al Cerro por tantos animales importantes comprados a
El Pilar en los ochenta ,entre ellos la célebre Bla Bla ,nuestra múltiple campeona y precio record de todas las razas en Palermo 1987 .Otra vaca importante también la Gilead abuela del Farolero y muchos reproductores con prefijo Fervill más que poblaron esa cuna de campeones .
El Polled argentino nace ahí en 1944 .Sólo recordar a un torazo todavía actual ,el Double Royal Choice of El Cerro ,que marcó una época en la raza .Y las hembras de la familia de las Groves ,de las que tuvimos la dicha de tener a la x8774 en nuestro plantel hasta hace unos años ,madre de Bataclana (de paso meto el chivo :los embriones de ella con Robin Hood ,verdaderas ediciones limitadas , serán parte de la Venta Online .Vendemos 4 con opción de duplicar a 8 y se llevan 10)
Muy elegante el casco construído por Bustillo , super cuidado el frondoso parque ,bien sólidas las casi centenarias instalaciones de trabajo y un rodeo Polled Hereford que entiendo irá creciendo nuevamente .Un lugar antiguo ,fundacional ,con todo el peso de la historia a cuestas ,que vale la pena recordar....
Cerro de la Cruz. Su nombre deriva de la presencia de una cruz de origen desconocido que existió allí hace tiempo. Significa evocar una época coincidente con las postrimerías de la conquista del desierto. Fue aquel lugar refugio y cuartel general de las últimas tribus aborígenes que desafiaban el avance de la civilización, y allí, entre los abruptos pliegues de la Sierra de la Ventana, ocultaban ellos el ganado robado en las estancias argentinas, que luego llevaban hacia regiones trasandinas.
